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Friday, June 24, 2011

LESSONS FROM BIOFUELS



After 35 years producing biofuels, Brazil give the world some key lessons :I) Energy of the future will not depend on gasoline. Each year Brazil turned half of its sugarcane production in 24 billion liters of ethanol, mobilizing 12.5 million vehicles. In 2009, 1.2 million jobs were linked to sugar cane and ethanol. 600 000 of these positions are occupied by sugar cane workers with little education while enjoying higher socioeconomic status than other sectors of agriculture. II) Since 1975 the government created and tightly controlled the biofuel market with clear and stable rules in order companies to invest long term. Since 1990 the government stopped interfering, abolishing quotas and subsidies for ethanol. Prices of ethanol and sugar were left to the free market. However schedules remained vigilant because sugar cane is a perennial crop (plantation: first year harvest: 5 years).


III) In Brazil, anhydrous 2-ethanol is mixed with gasoline to move vehicles that use only ethanol. There are also dual-fuel cars. The state provided onotially the infrastructure to build more than 25,000 filling stations. Government determines the ratio of the mixture, regulating the tax on sugar exports. IV) To prevent shortages and price fluctuations of biofuel, there are clear rules regarding the stocks. Although the harvest of sugar cane lasts 6-8 months per year, ethanol is sold throughout the year. V) The government strives to minimize environmental impact, intervening when sugarcane is planted in prohibited areas (sensitive biomes in the Amazon and Pantanal). Government regulates the use of water, by-products used as fertilizer and preserves forests. Also, the government watch the burning of sugar cane as a method of eliminating waste. Biorefineries burn bagasse fibrous sugar cane in order to generate electricity that is sold or used in ethanol plants.VI) Brazil sells its sugar and ethanol production to domestic and overseas markets to obtain new technology and important standards of industrial and economic management, welcoming private capital and accessing to foreign and even protectionist markets

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LECCIONES DE BRASIL

Tras 35 años produciendo biofuels, Brasil da al mundo algunas lecciones esenciales I) La energia del futuro no dependera de la gasolina. Cada año Brasil convierte la mitad de su produccion de caña de azucar en 24 billones de litros de etanol, movilizando 12.5 millones de vehículos. En el 2009, 1.2 millones de puestos de trabajo dependían de la caña de azucar y el etanol. 600 000 de estos puestos son ocupados por trabajadores de caña de azúcar, con escasa educacion aunque disfrutando de mejor situación socioeconómica que otros sectores de la agricultura. II) A partir de 1975 el gobierno creo y controlo férreamente el mercado del biofuel con reglas claras y estables a fin de que las compañías inviertan a largo plazo. Desde 1990 el gobierno dejo de interferir, aboliéndose las cuotas de producción y los subsidios al etanol. Los precios del etanol y el azúcar fueron dejados al libre mercado. No obstante permaneció vigilante de las planificaciones porque la caña de azucar es una cosecha perenne (plantacion : primer año, cosecha : 5 años siguientes).


III) En Brasil el etanol 2-anhidro se mezcla con gasolina, para movilizar vehiculos que solo usan solo etanol. Existen también carros con doble fuel. El estado proporciono inicialmente la infraestructura para erigir mas de 25,000 estaciones de llenado. El gobierno determina la proporcion de las mezclas, regulando los impuestos en el azúcar exportado. IV) Para evitar escasez y oscilaciones en los precios del biofuel, existen reglas claras respecto a los stocks. Aunque la cosecha de etanol y caña de azucar dura entre 6-8 meses al año, el etanol es vendido todo el año. V) El gobierno procura minimizar el impacto medioambiental, interviniendo cuando la caña de azúcar es plantada en zonas prohibidas (areas con biomas sensibles en la Amazonia y el Pantanal). Regula el uso del agua, de subproductos empleados como fertilizantes y preserva bosques. Vigila el quemado de la caña de azúcar como método de eliminar desperdicios. Las biorefinerias queman el bagazo fibroso de la caña de azucar para generar electricidad que se vende o se emplea en plantas de etanol.VI) Brasil vende su produccion de azucar y etanol a mercados domesticos y extranjeros obteniendo nuevas tecnologias y estandares de manejo industrial y economico, acogiendo al capital privado, accediendo incluso a mercados extranjeros proteccionistas.

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