QUANTIC BRAIN
QUANTIC
BRAIN
A
theoretical analysis of the results of behavioral experiments performed in rats
(Sechzer JA, Lieberman KW, Alexander GJ, Weidman D and Stokes PE. BiolPsychiatry, 1986; 21 (13): 1258-66), by Matthew Fisher, a theoretical physicist
of the University of California, USA, has begun to generate controversy and
capture the attention of international scientific
community. If subsequent experiments, to be performed by Fisher and
collaborators achieve similar results to those of Sechzer JA, then Fisher could
be the next winner of the Nobel Prize in Medicine for opening a new branch of medicine,
inductive in turn of a second wave of biological psychiatry. A saga that seems
to have been reactivated in 1986, when Fisher devastated by the effects of a major
depression that he suffered decided to follow the track to his own illness.
What better then to investigate the mechanisms and behavioral effects of a
simple antidepressant: Lithium. Fisher would spend a long time analyzing in depth the effects of 2 isotopes of
lithium, chemical entities only different in the number of their nuclear
neutrons. The experiment performed by Sechzer JA et al. consisted of administering salts of 2 stable, non-radioactive isotopes of lithium:
Li-6 and Li-7 to 3-month-old rats: before, during gestation and during
lactation. Li-6- puerperal rats were more affectionate, more cared for, and
more frequently breastfed her offspring, while Li-6 and control mothers ignored
their offspring and nursed them infrequently. For Fisher these behavioral
differences lie in the nuclear spin
of each isotope of Lithium, a quantum property that affects the time an atom
can remain in entanglement quantum
state, isolated from its environment. The smaller the spin of an atom, the lower the interaction of the nucleus with the
electric and magnetic fields, having a quantum decoherence
(passage from a quantum entanglement state
to a classical physical state), slower. By having the Li-6 and Li-7
different numbers of neutrons have different spins. Therefore, Li-7 exhibits too fast decoherence, for quantum
cognition purposes, while Li-6 remains entangled
longer, thereby having different behavioral effects.
Hypothesis
that suggests a role for quantum mechanisms in the cognitive process. Fisher believes that
the storage of brain quantum information is mediated by phosphorus atoms, which
have a half-spin -a low number- that would make possible long
periods of coherence, capable of
being further prolonged, if bound to calcium. Fisher thinks Posner molecules
(Ca + P) could play the role of a natural brain qbit. After long reflections Fisher (Annals of Physics), thinks
that the quantum cellular process begins with a pyrophosphate (2 phosphates
released from an ATP). The interaction between the spins of these 2 phosphates causes them to become entangled and can be paired in 4 forms:
3 configurations (triplet/weakly entangled state), which are added to the
total spin of one, and a fourth possibility: singlet (maximum entanglement)
, capable of producing a zero spin,
crucial for quantum computation. Enzymes break entangled phosphates in 2 free phosphate
ions, which remain entangled even when separated (fast process in singlet state), being able to combine
with calcium ions and oxygen becoming Posner molecules. Neither calcium nor O atoms
have nuclear spin to preserve the one-half total:
crucial spin to maintain long periods
of coherence, thus protecting the entangled pairs of external
interference, maintaining its consistency
for hours, days, weeks, distributed in long brain distances, influencing the
liberation of neurotransmitters and activating neuronal synapses.
CEREBRO
CUANTICO
Un
análisis teórico de los resultados de experimentos conductuales realizados en
ratas (Sechzer JA, Lieberman KW, Alexander GJ, Weidman D
y Stokes PE Biol
Psychiatry. 1986;21(13):1258-66), realizado
por Matthew Fisher, un físico teórico de
la Universidad de California, USA, ha empezado a generar controversia y captar la atención de la comunidad científica mundial.
Si los experimentos subsiguientes, a ser
realizados por Fisher y colaboradores logran resultados similares a los de Sechzer JA, entonces Fisher, podría ser
el próximo ganador del Premio
Nobel de Medicina por aperturar una nueva rama de la medicina inductora
a su vez de una segunda gran ola de psiquiatría
biológica. Una saga que parece haberse
reactivado en 1986,
cuando Fisher devastado por los efectos de la depresión mayor que padecía decidió seguirle la pista a su
propia enfermedad. Que mejor entonces que
investigar los mecanismos y efectos conductuales de un antidepresivo simple: el Litio. Fisher pasaría
largo tiempo analizando de
profundis los efectos de 2 isotopos del litio, entes químicos tan solo
diferentes en el número de sus neutrones nucleares. El experimento de Sechzer JA et al, había consistido en administrar sales de 2 isotopos
estables, no radioactivos de litio: Li-6 y Li-7 a ratas de 3 meses de edad: antes, durante la gestación
y durante la lactancia. Las ratas puérperas que recibieron Li-6, mostraron más afecto, prodigaron más cuidados y
amamantaron más frecuentemente a sus crías,
mientras que las que recibieron Li-7 y las
madres controles ignoraron a sus crías y las cuidaron infrecuentemente. Para Fisher estas diferencias
conductuales radican en el spin nuclear de cada isotopo de Litio, una propiedad cuántica que afecta al tiempo
que un átomo pueda permanecer en estado cuántico entrelazado aislado de su medio ambiente. Cuanto menor es el spin de un átomo, menor será la interacción del núcleo con los campos eléctrico y magnético,
siendo su decoherencia cuántica (paso de un estado cuántico entrelazado a un estado físico clásico), más lenta. Al tener el Li-6 y el Li-7 diferente números de
neutrones tienen diferentes spins.
Por ello, el Li-7 exhibe una decoherencia, demasiado
rápida para propósitos de
cognición cuántica, mientras que el
Li-6 permanece entrelazado más tiempo,
teniendo por ello diferentes efectos conductuales.
Hipótesis que sugiere un rol para los procesos cuánticos en el proceso
cognitivo. Fisher cree que el almacenamiento de la información
cuántica cerebral es mediada por átomos de Fosforo, que tienen un spin de una mitad -un numero bajo- que haría
posible tiempos prolongados de coherencia, capaces de ser prolongados aún más, si se
unen al calcio. Fisher piensa que las moléculas de Posner (Ca +P), podrían hacer
el papel de un qbit natural cerebral.
Tras largas reflexiones Fisher (Annals of Physics), piensa
que el proceso celular cuántico se inicia con un pirofosfato (2 fosfatos liberados de un ATP).
La interacción entre los spins de estos 2 fosfatos hace que devengan en entrelazados,
pudiendo aparearse en 4 formas: 3
configuraciones (estado triple/débilmente
entrelazado), que se añaden al spin
total de uno, y una cuarta posibilidad: singlet
(entrelazamiento máximo), capaz
de producir un spin zero, crucial
para la computación cuántica. Las enzimas
rompen los fosfatos entrelazados en 2 iones fosfatos libres, que continúan permaneciendo entrelazados
aun cuando estén separados (proceso veloz en estado de singlet), pudiendo combinarse con iones
de calcio y oxigeno deviniendo en moléculas de Posner. Ni el calcio ni los
átomos de O tienen spin nuclear para preservar
el one-half
total: spin crucial para mantener largos periodos de coherencia,
protegiendo de este modo a los pares entrelazados de
la interferencia externa, manteniéndose la coherencia por horas, días, semanas, distribuyéndose por
largas distancias cerebrales, influenciando la liberación de neurotransmisores y activando las sinapsis neuronales.
Labels: biologic computer, coherence, entanglement, quantic brain
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