GENOMA DOWNSIZING
WHAT MATTERS IS GENOME
DOWNSIZING
Five decades ago we witnessed the installation of a
giant binary computer in Trujillo-Perú. The equipment consisted of 12 black
metal boxes of 3 m high and 0.6 m wide occupying -interconnected- an area of 100
square meters. Why was this giant computer imported into Peru? To quickly
process entrance exams for thousands of applicants to the National University
of Trujillo. The chips of that time
were bulky transistors. Today, that
technological paraphernalia has been replaced by small computers installed in
areas of 10 square meters, equipped with hundreds of chips. How did this revolution occur? Reducing and reconverting the voluminous transistors to tiny chips.
A reduction in the size of the machines in exchange for better efficiency does
not seem to be exclusive to the machines. The same thing seems to have happened
in the brains of living beings (including humans), to whom evolutionarily it
also suits smaller genomes, to be also more efficient and healthy. This is suggested by T. Ryan Gregory (University of
Guelph, Canada), who studies the effects of genome size and brain complexity. To
small genomes → small neurons, more neurons → more neuronal connections.
According to T Ryan Gregory himself, the downsizing of red blood cells would have increased brain
complexity. However, not only the brain, but also the flowering plants (angiosperms), expressed in its abrupt
origin and rapid diversification during the early Cretaceous, allowing them to
compete successfully against conifers and gymnosperms. In fact, angiosperms exhibit smaller leaves with
numerous stomata and more venous networks that allow them to transport the sap
better, have a more efficient photosynthesis, better transpiration and greater
growth. Currently, angiosperms are the dominant plants in most terrestrial ecosystems.
Having smaller genomes and cells coupled with the ability to capture more CO2,
suggests that genome downsizing is a prerequisite for rapid growths in
plants. Conversely, a large genome, volume and large cell size are restrictions
on the number of cells capable of occupying a given space. The leaves of
angiosperms with many stomata and high venous density maintain high rates of
gas exchange. The total sequencing of Arabidopsis thaliana (angiosperm) has
contributed much to this understanding. According to Kevin A. Simonin (San
Francisco State University) and Adam B. Roddy (Yale University), A. thaliana has one of the smallest
genomes (157 million base pairs). Although there are angiosperms with very
large genomes, these are the only ones that have been able to reduce the size
of their genomes. Simonin and
Roddy, argue in PLOS Biology, that while the first
terrestrial plants evolved over 500 billion years to reach their current
development, flowering plants established their predominance in just the last
100 million years (beginning in the Cretaceous), emphasizing that it is genome downsizing what counts: less DNA
to generate smaller cells. In the case of human beings, allowing the brain, to have more neurons and more connections, conditioning
more sophisticated brains.
LO QUE IMPORTA ES EL TAMAÑO DEL
GENOMA
Hace 5 décadas presenciamos
la instalación de una computadora binaria gigante en Trujillo-Perú. El equipo
constaba de 12 cajas metálicas negras de 3 m de alto y 0,6 m de ancho ocupando
interconectadas, un área de 100 metros cuadrados. ¿Para qué se importó esta computadora gigante
al Perú? Para procesar rápidamente los exámenes de ingreso de miles de postulantes a la Universidad Nacional de
Trujillo. Los chips de ese entonces eran
transistores, voluminosos. Hoy en día,
esa parafernalia tecnológica ha sido reemplazada por pequeñas computadoras instaladas
en áreas de 10 metros cuadrados, dotadas de cientos de chips. ¿Como se produjo esta revolución? Reduciendo y
reconvirtiendo los voluminosos transistores
a minúsculos chips. Una reducción del tamaño de las maquinas a cambio de mejor eficiencia, no
parece ser exclusividad de las maquinas. Lo mismo parece haber sucedido en el
cerebro de los seres vivos (incluyendo humanos), a quienes evolutivamente también
les conviene genomas más pequeños, para ser también más eficientes y saludables.
Así, lo sugiere T. Ryan Gregory (University of Guelph, Canadá), quien
estudia los efectos del tamaño del genoma y la complejidad cerebral. A pequeños
genomas → pequeñas neuronas, a más neuronas → más conexiones neuronales. Según
el mismo T Ryan Gregory, el empequeñecimiento de los glóbulos rojos habría incrementado
la complejidad cerebral. Empero, no solo el cerebro, también las plantas con flores
(angiospermas), expresada en su abrupto origen y rápida diversificación durante
el Cretáceo temprano, permitiéndoles competir con éxito frente a coníferas y gimnospermas. De hecho, las angiospermas
exhiben hojas más pequeñas con numerosas estomas y más redes venosas que les
permiten trasportar la savia de mejor manera, tener una fotosíntesis más eficaz,
mejor traspiración y mayor crecimiento. En la actualidad, las angiospermas son
las plantas
dominantes en la mayoría de ecosistemas terrestres. Tener genomas y células más
pequeñas aunado a la facilidad para captar mayor cantidad de CO2, sugiere que la reducción
del tamaño del genoma es un prerrequisito para crecimientos rápidos en las
plantas. Contrariamente, un gran tamaño del genoma, del volumen del núcleo y del
tamaño celular, son restricciones al número de células capaces de ocupar
un espacio determinado. Las hojas de las angiospermas con muchísimos estomas y
alta densidad venosa mantienen altas tasas de intercambio gaseoso. Ha contribuido mucho a este
entendimiento la secuenciación total de Arabidopsis thaliana
(angiosperma). Según Kevin A. Simonin (San Francisco State
University) y Adam B. Roddy (Yale University), A. thaliana tiene
uno de los genomas más pequeños (157 millones de pares de bases). Aunque
existen angiospermas con genomas muy grandes, estas son las únicas que han sido
capaces de reducir el tamaño de sus genomas. Ambos autores sostienen en PLOS Biology, que mientras las primeras
plantas terrestres evolucionaron durante 500 billones de años para alcanzar su
desarrollo actual, las plantas con flores establecieron su predominancia en apenas los últimos 100 millones de años (empezando en el Cretáceo), enfatizando que
es el tamaño y el empequeñecimiento del genoma lo que cuenta. En el caso de los
humanos, menos DNA para generar células más pequeñas, permitiendo que el cerebro cuente con más neuronas y
conexiones, condicionando cerebros más sofisticados.
Labels: angiosperms, arabidopsis thaliana, genome downsizing
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