BABY BLACK HOLE
BABIES, SUPERMASIVES BLACK HOLES
Until recently it was thought that a black
hole would only reach gigantic dimensions if it were able to swallow many
galaxies and stars with enough mass in order to expand. Consequently, it is
difficult to suppose the existence of supermassive black holes in the childhood
(first 200-600 years), of our universe. However, reality is different from many theories. The
astronomer Eduardo Bañados (Observatories of the Carnegie Institution for
Science and the Department of Astrophysical Sciences of Princeton), with images
taken from the Las Campanas Observatory (La Serena/Chile), has discovered a
quasar (J1342 + 0928), an unmistakable mark of a supermassive black hole,
engulfing gas, barely 690 million years old, after the Big Bang (5% of the
current universe's age). A black hole with a mass of 8 × 108M⊙ (800 million times, the mass of the sun), in
a universe with a change to red z:
7.54, significantly neutral, in reionization time (xHI> 0.33 (xHI> 0.11).
Period, in which our universe barely came out of the dark phase and
contained vast clouds of fog. Some scientists believe that these supermassive
black holes were created by sudden growth (spur),
defying Eddington's law (self-limitation of hole growth) According to another
Chilean astronomer, Leopoldo Infante (Director of the Observatory: Las
Campanas), there must have been a very rapid process that gathered a lot of
mass in a special place in the universe, forming the quasar. Other scientists
believe that by simply engulfing the collapsed clouds of this early universe,
there would have been the growth of these supermassive black holes, in a time
full of chaotic skirmishes between protons and naked electrons forming neutral atoms of H, which absorbed bright UV
light from the first stars. And, although we know that the reionization was
completed 1 billion years after the Big Bang, the mass around this new quasar
is half neutral, half ionized. As if that were not enough, Bolaños believes
that there are other early supergiant black holes in the northern part of the
universe. In this regard, a geometry specialist could predict the pillared
areas (those that would support the greatest weight), during the accelerated
formation of domes, being able to infer from there, the special parts of a
universe in formation, that required more energy. Be that as it may, this
discovery reinforces the theory that the function of black holes is to swallow
redundant material to maintain a plan for the creation of the universe (fine tuning), even an order to create
organic life.
AGUJEROS NEGROS BEBES, SUPERMASIVOS
Hasta hace poco se pensaba que un agujero
negro solo alcanzaría dimensiones gigantescas si fuese capaz de engullir muchas
galaxias y estrellas con suficiente masa a fin de expandirse. En consecuencia, es difícil suponer
la existencia de agujeros negros supermasivos en la infancia (primeros 200-600
años), de nuestro universo. Como siempre, la realidad es distinta a muchas teorías.
El astrónomo Eduardo Bañados (Observatories of the Carnegie Institution for Science and the Department of
Astrophysical Sciences of Princeton),
con imágenes tomadas del Observatorio Las Campanas (La Serena/Chile), ha
descubierto un quásar (J1342+0928), marca inconfundible de un agujero negro supermasivo, engullendo gas, de apenas 690
millones de años, después del Big Bang (5% de la edad del universo
actual). Un agujero con una masa de 8 × 108M⊙ (800 millones de veces, la masa del
sol), en un universo con un cambio al rojo
z: 7.54, significativamente neutral, en época de reionizacion
(xHI > 0.33 (xHI > 0.11). Periodo, en la que nuestro universo
salía de la fase de oscuridad y contenía extensas nubes de niebla. Algunos científicos creen que estos agujeros negros supermasivos
se crearon por crecimiento súbito (spur),
desafiando la ley de Eddington (autolimitación del crecimiento del agujero). Según otro astrónomo chileno Leopoldo Infante
(director del Observatorio: Las Campanas), debió haber existido un proceso muy rápido
que reunió mucha masa en un lugar especial del universo, formando el quásar. Otros científicos opinan que con solo engullir las nubes colapsadas
de este universo temprano, se habría producido
el crecimiento de estos agujeros
negros bebes supermasivos, en una época plena de caóticas escaramuzas entre protones y electrones desnudos formando
átomos neutrales de H, que absorbieron luz UV brillante de las primeras estrellas. Y, aunque sabemos que la reionizacion se completó
1 billón de años después del Big Bing, la
masa alrededor de este nuevo quásar es mitad neutral, mitad ionizada.
Por si fuera poco, Bolaños
cree que existen otros agujeros supergigantes tempranos en la parte norte del
universo. Al respecto un especialista en geometría podría predecir las áreas
pilares (las que soportarían el mayor peso), durante la formación acelerada de
domos, pudiéndose inferir a partir de ahí, las partes especiales de un universo
en formación. Sea lo que sea, este descubrimiento, refuerza la teoría de que la
función de los agujeros negros es tragarse el material redundante para mantener
un plan de creación del universo (fine
tuning), incluso un orden para crear vida orgánica.
Labels: baby black holes, big bang, early universe, supermassive black holes
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