PRIZE NOBEL, MEDICINE,2018
NOBEL PRIZE FOR MEDICINE or
PHYSIOLOGY, 2018
This time the Nobel Prize
in Medicine or Physiology 2018 was awarded to the American James P. Allison
(69, University of Texas, Anderson Cancer Center, Houston, Parker Institute for
Cancer Immunotherapy) and to the Japanese Tasuku Honjo (75 years, Kyoto
University), to discover anticancer therapies based on the acceleration of the
anticancer activity of T cells, after releasing it from its natural immune
brakes. Allison had studied for more than 3 decades the protein: CTLA-4, which
slowed the anticancer activity of T cells. By conceiving, that eliminating this
brake would favor the immune attack of T antitumor cells, Allison procreated
seminal therapies based on brake removal of the activity of the immune system.
Simultaneously, Tasuku Honjo discovered another protein in T cells, which also
slowed down its activity, albeit with a different mechanism of action. In the
last decade, the effectiveness of these therapies has been demonstrated,
whether against metastatic melanoma, lung cancer, kidney, liver, lymphomas,
etc. Conceptually, to the well-known strategies to fight against cancer:
surgery, radiotherapy, chemotherapy, bone marrow transplantation, etc. another
one is added with its own weight based on the control and manipulation of the
immune system, useful even against advanced cancers, always more difficult to
treat. Once again, the Nobel Prize in Medicine or Physiology is awarded to
observations made by curious minds to that vast pharmacy and conglomerate of
defensive systems generated in the human organism: a Nobel Prize awarded to
researchers who copied defensive systems generated by the human soma. The
breaking point of the human immune system is to discriminate the self from non-self, being the bacteria, viruses, etc,
recognized and eliminated, a system in which the T cells have a fundamental
role. These cells have receptors that after joining foreign structures activate
the immune defense system. In this cell area there are protein accelerators of the
activity of T cells, along with other proteins that function as brakes of the
activity of T cells, in which a balance prevents excessive activation that can
lead to an immune destruction of cells and healthy tissues. After discovering
in 1990 the protein: CTLA-4, Allison realizes that this functioned as a brake
on the activity of T cells. In response, Allison generates an antibody against
this protein, blocking its function. Eliminating the brake triggered the attack
of immune cells against cancer. In 1994, Allison successfully treated mice with
cancer, which were cured. Later humans with advanced melanoma would be cured.
For its part, Tasuku Honjo would do the same using another protein-brake: PD-1,
also expressed on the surface of T cells, although operating differently. The
2012 Honjo demonstrated the effectiveness of blocking PD-1 protein by achieving
long remissions and the possible cure of metastatic melanoma. The new
anti-cancer immune therapy has changed the prognosis of certain groups with
advanced cancer. However, it develops certain serious adverse effects (immune
hyperresponsiveness), usually manageable. At the moment the therapy against
PD-1 is more effective with positive results against lung, kidney, lymphoma and
melanoma cancer. Also, combination therapies (against CTLA-4 and PD-1) are more
effective.
PREMIO NOBEL DE MEDICINA O FISIOLOGIA, 2018
Esta vez el Premio Nobel en Medicina o Fisiología 2018, fue otorgado al americano
James P. Allison (69 años, University of Texas, Anderson Cáncer Center,
Houston, Parker Institute for Cancer Immunotherapy) y al japonés Tasuku
Honjo (75 años, Kyoto University), por descubrir
terapias anticancerígenas basadas en la aceleración de la actividad anticancerígena
de las células T, tras liberarla de sus frenos naturales inmunes. Allison
había estudiado desde hace más de 3 décadas a la proteína: CTLA-4, que frenaba la
actividad anticancerígena de las células T.
Al concebir, que eliminar este freno favorecería el ataque
inmune de las células antitumorales, Allison procreo terapias seminales basadas
en la eliminación de frenos de la actividad del sistema inmune. Simultáneamente, Tasuku Honjo descubría otra
proteína en las células T, que también frenaba su actividad, aunque con un mecanismo de acción diferente.
En la última década se ha demostrado la eficacia de estas terapias ya sea contra
melanoma metastásico, cáncer de pulmón, riñón, hígado, linfomas, etc. Conceptualmente y como se ve, a las ya conocidas estrategias de lucha contra el cáncer: cirugía,
radioterapia, quimioterapia, trasplante de medula ósea, etc. se agrega otra con
peso propio basada en el control y manipulación del sistema inmune, útil
incluso contra canceres avanzados, siempre más difícil de tratar. Una vez
más se otorga el Premio Nobel de Medicina o Fisiología a observaciones
realizadas por mentes curiosas a esa vasta farmacia y conglomerado de sistemas
defensivos generados en el organismo humano: un premio Nobel otorgado a investigadores que
copiaron sistemas defensivos generados por el
soma humano. El punto de quiebre del sistema inmune humano,
es discriminar lo propio de lo extraño,
siendo las bacterias, virus,etc, reconocidos y eliminados, un sistema en el que
las células T tienen un rol fundamental. Estas células tienen receptores que después de unirse a estructuras foráneas
activan el sistema de defensa inmune. En
esta área celular existen aceleradores proteicos de la actividad de las células
T, al lado de otras proteínas que funcionan como frenos de la actividad de las células
T, en el que un balance evita una excesiva activación que puede llevar a una destrucción
inmune de células y tejidos saludables. Tras descubrir en 1990 a la proteína: CTLA-4, Allison
se da cuenta que esta funcionaba como
un freno de la actividad de las células T. Ante ello, Allison, genera un anticuerpo contra esta proteína, bloqueando su
función. Al eliminar el freno se desencadena el ataque de las células inmunes
contra el cáncer. En 1994 Allison trata
con éxito a ratones con cáncer los mismos que se curaron. Después se curarían humanos
con melanoma avanzado. Por su lado, Tasuku
Honjo haría lo propio empleando otra proteína-freno: la PD-1, también expresada en la superficie
de las células T, aunque operando de modo diferente. El 2012 Honjo demostró la eficacia
del bloqueo de la proteína PD-1 logrando largas remisiones y la posible cura del
melanoma metastásico. La nueva terapia anticancerígena inmune,
ha cambiado el pronóstico de ciertos grupos con cáncer avanzado. No obstante,
desarrolla ciertos efectos adversos serios (hiperrespuesta inmune), usualmente
manejables. De momento la terapia contra
el PD-1 es más efectiva con resultados positivos contra cáncer de pulmón, renal,
linfoma y melanoma. Asimismo, las terapias de combinación (contra CTLA-4 y
PD-1), son más efectivas.
Labels: CTLA-4 protein, human being immune system, medine prizr nobel winners, PD-1 protein, T cell
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