WALKING AGAIN
IT'S NOT THE BRAIN, IT'S THE SPINAL CORD
Based
on which dogma, 3 people with spinal
cord injury (more than 4 years), could
recover their ability to walk, using regulated and personalized electrical
stimuli (Nature, 10/31/2018): to the simple and elementary knowledge that movements of the legs are regulated by
motoneurons located in the spinal cord and not in the brain -explaining at the same
time- the failure of previous techniques
that prioritized brain neural reconnection with the adjacent neural spine cord.
Although in most human beings, there are connections between the brain and motor
neurons of the spinal cord, the function of neural brain connections is not to
allow a person to move their legs, but rather to act like a director of an orchestra
allowing fineness and art to more sophisticated movements. That is to say that
the basic of the movement of the legs resides finally, in the spinal cord. In
the last 5 years, the popularizer of this explanation is the Italian
neurologist Sergio Canavero, who uses it to explain the projected head
transplants to donated bodies, disconnected from the brain by accidents of
various kinds. Faced with criticism that the transplanted head would not work
properly, because the body would not walk, Canavero says that the patient with
a transplanted head, will walk, because this function depends on the motor
neurons of the spinal cord, very sensitive to electrical stimulation. Returning
to the successful experiment of Gregory Courtine (Ecole Polytechnique Fédérale
de Lausanne,Switzerland), we will say that his
technique of electrical stimulation started experimentally in rats begins to
generate impressive rehabilitations in human beings. Courtine, carried out this
experiment (electrical epidural stimulation), in 8 people with spinal cord
injuries with partial or complete lower limb paralysis, using a stimulator
placed in the abdomen connected to an electrode field located in the lumbar
region where there are cells that control the muscles of the legs. After the
implant, Courtine, et al. developed a
map of each patient to know where and how to apply the stimuli generated in
real time. The transplanted device is
controlled wirelessly, when it is simulated the extension of the hip and the
flexion of ankles that human legs do, when walking, inducing the motor neurons
to generate activity. After a week of rehabilitation, the patients began to
walk with partial support or with a walker, until they recovered their
voluntary movements in the legs, without that support. Although the
rehabilitation depends on the severity of the injury, the 8 participants
improved, some more than others. According to Courtine, an alternate, precise
and temporary stimulation is better than a continuous stimulation, blocking at
the same time, residual signals that travel from the legs to the brain. The
team was able to program a sequence of electrical
pulses that stimulated the spinal cord at the correct time and location to
facilitate movements. Injuries to the spinal cord sever the connections between
the brain and the motoneurons of spine, creating sensory and motor deficits in
areas below the injury, sometimes producing paralysis. To make his work more
precise, Courtin first mapped areas of the spinal cord, engaged in each
movement, required to walk: hip or ankle flexion or extension. The electrical
stimulation does not produce movement by itself, the patients themselves do it.
The electrical stimulation reinforces the spinal brain-spinal cord neural
connections, because the cells that previously discharged as a whole will continue unloading together.
NO ES EL CEREBRO, ES LA
MEDULA ESPINAL
¿En base a que dogma, 3
personas con lesión medular con mas de 4 años de antigüedad, pudieron
recuperar su capacidad de caminar,
empleando estímulos eléctricos regulados y personalizados (Nature,31/10/2018): al sencillo y elemental conocimiento de que los movimientos de las piernas son reguladas por motoneuronas
ubicadas en la medula espinal y no en el cerebro, explicando de paso, el fracaso de técnicas anteriores
que priorizaban la reconexión neural
cerebral con la colindante neural medular. Aunque en la mayoría de los seres
humanos, existen conexiones entre el cerebro y las neuronas motoras de la
medula espinal, la función de las conexiones neurales cerebrales no es permitir
a una persona que mueva sus piernas, sino que al modo de un director de
orquesta permitir fineza y arte a los movimientos más sofisticados. Es decir
que la base del movimiento de las piernas reside finalmente, en la medula
espinal. En los últimos 5 años, el popularizador
de esta explicación es el neurólogo
italiano Sergio Canavero, quien la emplea para explicar los proyectados trasplantes
de cabeza a cuerpos vegetales donados, desconectados del cerebro por accidentes
de diverso tipo. Ante las críticas de que la cabeza trasplantada no funcionaría
adecuadamente, porque el cuerpo no caminaría, Canavero asegura, que el paciente con una cabeza trasplantada, si caminaría,
porque esta función depende de las motoneuronas de la médula espinal, muy
sensibles a la estimulación eléctrica. Retornando
al experimento exitoso de Gregorio Courtine (Instituto Politécnico de Lausanne,
Suiza), diremos que su técnica de estimulación eléctrica iniciada experimentalmente
en ratas empieza a generar rehabilitaciones impresionantes en seres
humanos. Courtine, llevo a cabo este experimento (estimulación
epidural eléctrica), en 8 personas con lesiones medulares con parálisis parcial
o completa de extremidades inferiores, empleando un estimulador colocado en el abdomen conectado a un campo de
electrodos situado en la región lumbar donde se encuentran las células que
controlan los músculos de las piernas. Tras
el implante, Courtine y colaboradores, elaboraron un mapa de cada paciente para
saber dónde y cómo aplicar los estímulos generados en tiempo real.
El dispositivo trasplantado, se controla de forma inalámbrica, cuando se simula la extensión de la cadera y la flexión que hacen las piernas humanas al caminar, induciendo a las motoneuronas a volver a generar actividad. Después de una semana de rehabilitación, los pacientes empezaron a caminar con apoyo parcial o con un andador, hasta recuperar sus movimientos voluntarios en las piernas, sin ese apoyo. Aunque la rehabilitación depende de la gravedad de la lesión, los 8 participantes mejoraron, unos más que otros. Según Courtine, una estimulación alternada, precisa y temporal, es mejor que una estimulación continua, bloqueando de paso, señales residuales que viajan de las piernas al cerebro. El equipo debe ser capaz de programar una secuencia de pulsos eléctricos que estimulen a la médula espinal en el tiempo correcto y localización para facilitar los movimientos. Las injurias a la médula espinal cortan las conexiones entre el cerebro y las neuronas de la médula creando déficits sensoriales y motores en áreas debajo de la injuria, induciendo a veces parálisis. Para hacer su trabajo más preciso, Courtin primero mapeo áreas de la medula espinal, comprometidas en cada movimiento, requerido para caminar: flexión o extensión de cadera o tobillo. La estimulación eléctrica no produce movimiento por sí mismo, los propios pacientes lo hacen. La estimulación eléctrica refuerza las conexiones neurales cerebro-médula espinal, porque las células que antes descargaron de conjunto continuaran descargando conjuntamente.
El dispositivo trasplantado, se controla de forma inalámbrica, cuando se simula la extensión de la cadera y la flexión que hacen las piernas humanas al caminar, induciendo a las motoneuronas a volver a generar actividad. Después de una semana de rehabilitación, los pacientes empezaron a caminar con apoyo parcial o con un andador, hasta recuperar sus movimientos voluntarios en las piernas, sin ese apoyo. Aunque la rehabilitación depende de la gravedad de la lesión, los 8 participantes mejoraron, unos más que otros. Según Courtine, una estimulación alternada, precisa y temporal, es mejor que una estimulación continua, bloqueando de paso, señales residuales que viajan de las piernas al cerebro. El equipo debe ser capaz de programar una secuencia de pulsos eléctricos que estimulen a la médula espinal en el tiempo correcto y localización para facilitar los movimientos. Las injurias a la médula espinal cortan las conexiones entre el cerebro y las neuronas de la médula creando déficits sensoriales y motores en áreas debajo de la injuria, induciendo a veces parálisis. Para hacer su trabajo más preciso, Courtin primero mapeo áreas de la medula espinal, comprometidas en cada movimiento, requerido para caminar: flexión o extensión de cadera o tobillo. La estimulación eléctrica no produce movimiento por sí mismo, los propios pacientes lo hacen. La estimulación eléctrica refuerza las conexiones neurales cerebro-médula espinal, porque las células que antes descargaron de conjunto continuaran descargando conjuntamente.
Labels: electrical epidural stimulation, lower limb paralysis, sergio cañavero, spinal cord neurones
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