Ancient dogs, from Peru.

http://www.youtube.com/watch?v=UGpG1cqjLBY

Video:Peruvian hairless dog.

Top (video) : Peruvian hairless dog. Bottom, left: Probably:Canis ingae.

The archaeological investigations performed in southperuvian places, by the Peruvian scientific Sonia Guillen continue granting us surprises. She and his team have identified in places of the culture Chiribaya (Valley of Osmore. Ica. 900-1350 years b.C), almost complete remainders and well preserved 40 dogs (Canis familiaris), close to its masters, also mummified. Our observations to this respect are: 1) although the dogs are well preserved, were not covered with cinnabar. Months ago, some studious –without proofs- attributed tissue protector properties to this substance. In this case most probable is that the mumification was produced, by an antiseptic combination of the burning sands of Peruvian desert and the meticulous and massive packing of people and animals 2) the remainders but old of C. familiaris in the world, correspond to mandible fragments found in Germany and Russia (15 000 years, on the average). In South America, some remainders of C. familiaris were found in Peru and Ecuador. Bony fragments of C. familiaris have been identified in caves of Jawamachay (Ayacucho 7000 years b.C. McNeish 1969) and Uchcumachay and Panalauca (high altitude of Junin. 5500 years b.C. Wheeler et al. 1976). Not but from 5000 years b.C, which indicates that when the dog crossed the strait of Behring in direction to SouthAmerica, they were already domesticated 3) the genetic sequentation and archaeological remainders suggest that wolf and dog, suffered an evolutionary split does 100 000 years ago. Nevertheless, the domestication of the dog could have occured, does 17 000 years ago.

The 40 dogs buried with blankets and food next to their masters suggests that they took care of camelids and that their masters believed in a subsequent life of the dog, after their death likewise in ancient Egypt. In certain time of the ancient Peru, the dog domestication motivations could have been different: They were eaten. The powerful mind of Julio C. Tello (1931.1(1) : 87-103), established clearly, the existence of 2 types of dogs in the pre-hispanic Peru: a) C. ingae (C. familiaris: muro muro), …." of little head and small size, prominent and long snout, small and triangulate ears, ocre yellow hair with black spots, queue curled up and ahead" …Living description of the recently discovered dogs. .." These dogs howled, were baited and castrated likewise in other places of central America" … [Cobo,1964 (1653)] b) the other, is the Peruvian hairless dog (C. Caribeaus: allco, viringo), small, without hair and mute, black skin, bearer of familiar ectodermic hypoplasia with unusual grouping of fat under its skin, that permitted him to maintain a temperature of until 39 0, reason by which they heated beds and alleviated inflamed articulations. This dog is extensively represented in mochica, chimú and vicús pottery..

Perros prehispánicos peruanos.

Las investigaciones arqueológicas relizadas en sitios surperuanos, por la cientifica peruana Sonia Guillen continuan deparándonos sorpresas. Ella y su equipo han identificado en sitios de la cultura Chiribaya (Valle de Osmore. Ica. 900-1350 años d.C), restos casi completos y bien preservados de 40 perros (Canis familiaris), al lado de sus amos, tambien momificados. Nuestras observaciones al respecto son: 1) aunque los perros estan bien preservados, no estaban cubiertos con cinabrio. Algunos meses atrás, cierta estudiosa –sin prueba alguna- atribuyó propiedades preservantes tisulares a esta sustancia. Lo mas probable en este caso es que la momificacion se produjo, por una combinación antiséptica de las candentes arenas del desierto surperuano y el meticuloso y masivo enfardelamiento de personas y animales 2) los restos mas antiguos de C. familiaris en el mundo, corresponden a fragmentos mandibulares encontrados en Alemania y Rusia (15 000 años, en promedio). En Sudamérica, se han identificado restos de C. familiaris en Peru y Ecuador. Fragmentos óseos de C. familiaris han sido identificados en cuevas de Jawamachay (Ayacucho 7000 años a.C. McNeish 1969) y Uchcumachay y Panalauca (puna de Junin 5500 años a.C. Wheeler et al. 1976). No mas de 5000 años a.C, lo cual indica que cuando el perro cruzó el estrecho de Behring en dirección a Sudamérica, cuando ya estaba domesticado 3) las secuenciaciones genéticas y los restos arqueológicos sugieren que lobo y perro, sufrieron una separacion evolutiva hace 100 000 años. No obstante, la domesticación del can se habria producido, recien hace 17 000 años

Los 40 perros enterrados con mantas y alimentos junto a sus amos sugiere que cuidaban camélidos y que sus amos creian en una vida posterior del perro, tras su muerte al igual que en el antiguo Egipto. Un poco antes en el antiguo Perú, las motivaciones de domesticación canina habrian sido distintas : eran comidos. La poderosa mente de Julio C Tello (1931.1(1): 87-103), estableció con claridad meridiana, la existencia de 2 tipos de perro en el Peru prehispánico : a) C. ingae (C. familiaris: muro muro), ….”de cabeza y talla pequeña, hocico largo y prominente, orejas pequeñas triangulares, pelo ocre amarillo, manchas negras, cola enroscada hacia arriba y adelante”…Vivida descripción de los perros recientemente descubiertos. ..”estos perros aullaban, eran cebados y capados al igual que otros, en America central”… [Cobo,1964 (1653)] b) el otro, es el perro sin pelo peruano (C. caribeaus: allco, viringo), pequeño, sin caninos, sin pelo, de epidermis negra, mudo, portador de hipoplasia ectodermica familiar y acumulos inusuales de grasa, que le permitian mantener una temperatura de hasta 39 0, razón por la cual calentaban camas y aliviaban articulaciones inflamadas. Este perro está ampliamente representado en iconografias mochicas, chimús y vicús. Leer mas:


1-Tello, C. Julio.1931. Un modelo de escenografia plástica en el arte antiguo peruano. Wirakocha. Revista peruana de Estudios Antropologicos. 1(1): 87-105.
2)- Cobo, Bernabe. 1964 (1653). Historia del Nuevo Mundo. Ediciones Atlas, Madrid.