CRIME AND TEENAGER' S BRAIN

After sustaining that teenager's behavior differs of adults, the psychologist Laurence Steinberg (Temple University, Philadelphia), tries to modify American justice’s laws. If he achieves it, it will be a victory of the reason over customs. Putting ahead studies of functional magnetic resonance (fMRI), the psychologist argues that prefrontal brain cortex : center of the control of the impulses, planning and complex decisions is in maturation process during the adolescence, finishing around the 20 years when irrational behaviours are left aside. Argument that coincides with similar conclusions of Sarah-Jayne Blakemore and Uta Fritz (The learning brain. Wiley, 2007). Lack of maturity of nervous circuits of prefrontal brain cortex, conditions in adolescents, impulsive behaviours without considering consequences. Contrary to adults, some studies showed that teenagers are prone to give false confessions.

According to Steinberg, crimes made in this stage of neurological immaturity, did not had been carry out after 20 years, when prefrontal brain cortex, has fully matured. Of another side and as it is showed in fRMI images many teenagers made bad decisions when they form groups with their peers. Arguing that if they make crimes, adolescents are less responsible than adults, Steinberg has sustained in 2 opportunities before the High American Supreme Court, the necessity of parole for adolescents sentenced for life and that in some cases they don't deserve death penalty.

CRIMEN Y FUNCIONALIDAD CEREBRAL DE ADOLESCENTES

Trás sostener que la conducta del adolescente difiere del adulto, el psicólogo Laurence Steinberg, (Temple University, Philadelphia), intenta modificar los cánones de la justicia americana. Si lo logra, será un triunfo de la razón, sobre las costumbres. Poniendo como prueba estudios de resonancia magnetica funcional (MRf), el psicólogo arguye que la corteza prefrontal, centro del control de los impulsos, planeamiento y decisiones complejas esta en proceso de maduración durante la adolescencia, terminando alrededor de los 20 años cuando deja de lado conductas irrazonables. Coincide así con conclusiones similares a las de Sarah-Jayne Blakemore y Uta Fritz (Como aprende el cerebro. Ariel, 2007). La falta de maduréz de los circuitos nerviosos de la corteza prefrontal, condiciona en adolescentes, conductas impulsivas y temerarias sin considerar consecuencias. A diferencia de los adultos, algunos estudios demuestran que los adolescentes son propensos a dar falsas confesiones.

Según Steiberg, crímenes cometidos en esta etapa de inmaduréz neurológica, no podrían haber sido realizados después de los 20 años, cuando la corteza prefrontal ha madurado totalmente. De otro lado y como lo demuestran imágenes de RMf, muchas malas decisiones de los adolescentes son tomadas cuando forman grupos con sus pares. Arguyendo que si cometen crímenes, los adolescentes son menos responsables que los adultos, Steinberg ha sostenido en 2 oportunidades ante la Corte Suprema americana, la necesidad de clemencia para adolescentes sentenciados de por vida y que en algunos casos no merecen la pena de muerte.